domingo, 14 de agosto de 2016

Sadness

Tristeza, de esa que congela el alma.

Nunca dejé de estar sin P, era todo para mi, no veía un mundo sin el, no lo veo.
Salí de todo esto cuando el apareció en mi vida, así, de repente, sin avisar. Si lo hubiese sabido antes no lo hubiese querido tanto, no me hubiera aferrado tanto a el. Es que si no lo hacía, entonces qué?

Y acá estoy. Sola como en aquellos años, contando los días grises. Con más ganas que nunca de una dieta, de sentir hambre, de sentir poder y voluntad, es lo único que me da fuerzas en momentos así.

El tenía razón, estoy loca.